Bajo la influencia del LSD, que usualmente se ingiere en forma de etiqueta, un estado intenso, alterado, se transforma en disociación y desesperación. A menudo no hay manera de detener los “malos viajes”, que pueden durar hasta doce horas.
“Empecé a beber a la edad de 15 años. Luego progresé hacia el Éxtasis, anfetaminas, cocaína y LSD.

“Como válvula de escape para mis sentimientos empecé a dañarme a mí mismo: comencé a cortarme y quemarme”. —Justin
EFECTOS FÍSICOS
- Pupilas Dilatadas
- La temperatura corporal puede subir o bajar
- Sudoración o escalofríos (
- Pérdida del apetito
- Insomnio
- Boca seca
- Estremecimientos
EFECTOS MENTALES
- Delirios
- Alucinaciones visuales
- Una sensación artificial de euforia o certeza
- Distorsión del sentido del tiempo y de la identidad
- Distorsión de la percepción de profundidad
- Disminución de la percepción del tiempo, percepción distorsionada del tamaño y la forma de los objetos, los movimientos, el color, los sonidos, el tacto, y la imagen del cuerpo del propio consumidor
- Pensamientos y sentimientos aterradores e inquietantes
- Miedo de perder el control
- Ataques de pánico
- Escenas retrospectivas o viajes de LSD recurrentes, a menudo imprevistos, mucho después de haber tomado LSD
- Grave depresión o psicosis
“Después de tomar el ácido, imaginé que habíamos chocado de frente con un camión de 18 ruedas y que habíamos muerto. Pude escuchar el metal chirriante, luego un silencio sombrío y maligno. Estaba aterrada en este punto, de hecho pensé que estábamos muertos… Durante un año no pude ir a ningún cementerio porque estaba aterrada de llegar a encontrar mi propia tumba”. –Jenny
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